El cultivo del café resulto importantísimo para el país desde épocas coloniales, siendo este uno de los primeros productos en exportarse.

A partir de este momento gracias al abnegado  esfuerzo de nuestros campesinos, cooperativas y sectores privados, nuestro café eleva por sobre los demás su calidad, sabor, aroma y origen, los cuales inciden en la calidad del mismo, esto sumado a las condiciones geográficas y ambientales también a la tecnología avanzada que se emplea.

Casi el total del café que se cultiva en Costa Rica es de la especie arábiga, de las variedades caturra y catuaí, estas producen un grano de mayor calidad y una taza con mejores características, más agradable aromática y fina. Por otro lado los suelos fértiles del origen volcánico y la poca acides de los mismos, presentan condiciones ideales para la producción del café, además que la geografía y el clima del país es óptima para el cultivo del grano de oro, por lo que más del 80 % del área cafetalera está localizada entre los 800 y 1.600 metros de altitud y entre los 17º y 28º C, con precipitaciones anuales de entre 2.000 a 3.000 milímetros