La hipertensión arterial es una de las enfermedades crónicas más comunes, especialmente en personas mayores. Aproximadamente el 88% de los mayores de 75 años tienen valores de presión arterial elevada. Esta condición incrementa significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares, así como el daño en otros órganos distintos del corazón, como los riñones. Por ello, es crucial mantener la tensión arterial bajo control, y una de las formas más efectivas de lograrlo es a través de la alimentación.
Dieta adecuada para hipertensos
Una dieta saludable para personas hipertensas es, en general, la recomendada para todas las personas. Todos los buenos hábitos de salud, incluyendo la alimentación, actúan de forma conjunta para fortalecer al organismo y luchar contra los valores alterados de tensión arterial, colesterol, azúcar en sangre y el resto de indicadores de potenciales riesgos para la salud.
Alimentos recomendados para personas hipertensas
Estos son los alimentos que no deberían faltar en la alimentación de una persona con hipertensión:
- Lácteos: como leche o yogures no azucarados.
- Carnes: que contengan la menor cantidad de grasa posible.
- Pescado.
- Huevos.
- Cereales sin azúcar.
- Verduras y hortalizas.
- Legumbres: como judías, lentejas o garbanzos.
- Frutas: excepto si están en almíbar, desecadas o confitadas.
- Agua: también se pueden tomar caldos, infusiones y zumos naturales.
- Grasas saludables: por ejemplo, aceite de oliva, aceite de girasol, mantequilla o margarina.
Alimentos a evitar en una dieta para hipertensos
En toda dieta saludable, se deben evitar los productos azucarados, embutidos, carnes procesadas y bollería industrial, ya que son alimentos pobres nutricionalmente y que, además, suelen contener elementos que pueden ser perjudiciales para la salud. Además, las personas hipertensas deben tener especial cuidado con:
- La sal: ya que es un condimento rico en sodio, que tiene un impacto negativo en la hipertensión.
- La cafeína y la teína: aunque no es necesario eliminarlos totalmente (excepto por recomendación del médico), hay que moderar su consumo porque pueden aumentar la tensión arterial.
- El regaliz: esta raíz o su extracto se encuentra en algunas golosinas, infusiones, pastillas y caramelos medicinales, pero su consumo puede provocar retención de sodio, por lo que las personas que padecen hipertensión deben evitar consumir este tipo de productos.
- Las sales de frutas o el bicarbonato para la acidez de estómago: aunque no se trata de un alimento, debe evitarse su consumo porque contienen sal. Consulta con tu farmacéutico qué alternativas de antiácido puedes utilizar.
Atención a la sal oculta
Aunque evitemos salar la comida que cocinamos en casa, existen muchos productos alimenticios que contienen grandes cantidades de sal y que nos pueden pasar desapercibidos. Algunos de estos productos con los que debemos tener especial cuidado son:
- Salsas preparadas (salsa de tomate, mayonesa, ketchup, salsa de soja…)
- Sopas y caldos de brick o sobre.
- Legumbres y verduras en conserva.
- Patés.
- Carnes y pescados curados o en salazón.
- Platos preparados, como los congelados.
- Cubos de caldo concentrado o pastillas saborizantes.
- Embutidos y quesos curados.
- Encurtidos.
- Frutos secos salados o fritos.
5 Reglas de oro para una dieta para hipertensión
Aquí te dejamos 5 reglas de oro para llevar una alimentación equilibrada:
- La dieta debe estar basada en productos frescos, principalmente vegetales: frutas, verduras, hortalizas y legumbres.
- Los hidratos de carbono como cereales, pan, pasta y arroz deberán ser, preferiblemente, integrales.
- Se debe tomar, preferentemente, pescado y carne de ave en lugar de carne roja.
- El aceite de oliva debe ser la grasa principal en la dieta, frente a otras grasas menos saludables.
- Preferiremos siempre los guisos y los alimentos preparados al vapor, al horno o a la plancha, en lugar de las frituras.