Esta influye en nuestro bienestar emocional, psicológico, social. Nos afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en nuestro diario vivir, nos ayuda a manejar el estrés, a relacionarnos con las demás personas y a tomar decisiones. Son afecciones graves que pueden afectar  nuestra forma de pensar, nuestro humor y comportamiento.

Según estudios realizados se ha encontrado una relación entre la falta de horas de sueño o sueño de mala calidad, durante la adolescencia con el mayor  riesgo de desarrollar esclerosis múltiples en edades adultas. Además los horarios laborales, los horarios en turnos también se han relacionado con un mayor riesgo de afección particularmente en una edad temprana, finalmente se determino que durante la adolescencia se debe dormir de 7 a 9 horas por noche para obtener un sueño de buena calidad.